Hace cosa de dos meses ya que volvimos a hablar. Resumimos en dos horas ese año y medio que nos separaba. Nos regalamos todo aquello que nos quisimos contar mil veces y no pudimos. Aclaramos dudas, respondidmos preguntas, reimos, nos fumamos uno o dos o tres o cuatro pitillos juntas, pero esto sigue sin estar resuelto del todo. Faltó un abrazo final, unas lágrimas y un "te echo de menos". Y es así como me hubiese gustado terminar, con un "hablamos ahora". Seguir contándonos detalles que quedaron atrás, cosas absurdas sin importancia que antes nos hubiésemos contado sin tapujos. Pero algo falla. Año y medio de distancia es demasiado timepo, se iguala a estar a cientos de kilómetros sin intercambia ni una sola palabra. Es algo que no cambiará, el tiempo nos cambia, los daños nos hacen más fuertes cada día y tú.. Te has combertido en la persona que siempre quise que fueras, independiente y con oídos sordos a lo que no importa. Sé que aprendiste a vivir sin mi, que quizás nunca llegues a leer esto, pero necesitaba decirlo de algún modo. Ayer leí un artículo que tenía este mismo título y me hizo pensar en todo esto, en todo lo vivido y lo que nos perdimos por el camino. Se que te echaba la culpa, pero siempre me he sentido culpable y nunca lo he negado. También se que debería haber sido diferente, como tú misma me dijiste "no nos merecíamos ese final" y es cierto. De echo nunca nos merecimos un final, merecíamos que yo conservara paciencia y una oportunidad más para esto, dártela y disfrutar de todo este tiempo juntas. Es cierto eso de que la verdadera "mejor amiga" sólo se encuentra una vez, y fuiste tú.