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domingo, 16 de febrero de 2014

Vida = Problemas.

Otra vez es uno de esos días en los que no te apetece hacer nada. Pero realmente no es el día, es tu estado de ánimo, con la salvedad de que ya no llueve ni tampoco se vislumbra ni un solo cúmulo de gases evaporados dispuestos a descargar su energía al mismo tiempo que tú tu frustración, por lo que no resulta nada poético. Eso es lo peor. Ahí fuera el sol brilla es una especie de orgía lírica en la que, en vez de destrozarse mutuamente, la gente se saluda y sonríe con esa cara de felicidad idiota. Es como una parodia mala y de bajo presupuesto, pero dudas de que haya nadie ahí fuera con tanto interés sobre tu persona. Por lo tanto la única conclusión posible es que esto es la vida real, lo cual es mucho peor (por no hablar de lo dañino que resulta para tu ego) ya que no hay ningún guión establecido. No hay princesas, ni héroes, ni putas, ni diálogos brillantes. Ni sonará ninguna melodía anodina de fondo que indica que es un momento crucial en tu vida. Es un juego diferente con reglas diferentes que aún no he conocido. Pero da igual, en el fondo ya está todo escrito, por eso esto cada día tiene menos sentidos. ¿Qué puedes decir tú que no haya dicho otro antes? Es simple: la degeneración está muy vista, la virtud también. Por suerte parece que al final si va a haber un poco de tormenta. Ahora solo me queda culpar a la lluvia ácida de la excitotoxicidad de mis neuronas.

jueves, 13 de febrero de 2014

Momentos que pasan, que no vuelven.

Todos los días dejamos pasar inadvertidos esos pequeños momentos, en donde la luz del sol ilumina de alguna manera particular aquel jarrón lleno de polvo que tenemos junto a la ventana o si observamos con atención pueden verse esas partículas que parecen bailar a través de los rayos, del aire. De la misma manera y de la misma forma tan tonta dejamos pasar los gestos de la gente que nos rodea: una sonrisa, una palmada en el hombro,una palabra de cariño o una mirada especial. Seguimos de largo sin contemplarlos, sin disfrutarlos, sumergidos en pensar las mil cosas que tenemos que hacer ese día y nos perdemos la belleza que hay en las cosas mas simples. Sé que no es nuevo ni original. Ahí está, conocido y repetido infinitud de veces. Fugazmente recordado y raramente aplicado. Pero eso no quita que sea menos cierto. Por eso quiero aprovechar para decirlo una vez más,sentirlo durante unos segundos antes de que la idea se vuelva a sumergir en el fondo de mi mente y vea las horas pasar tirada en un sofá. Me pregunto donde se quedarían los buenos propósitos de verano.. Hay que disfrutar. Que la vida no son dos días sino miles de ellos pero cuando todo se acabe los recuerdos que merecen la pena solo ocuparán 48h. De verdad que tenía que decirlo antes de seguir tirando mi vida por la ventana.

lunes, 10 de febrero de 2014

Aproxímate.

Antes de que te des cuenta habrán pasado los años y seremos licenciados en infamias, sarcasmo y reclamación de los derechos humanos (derechos como el de amar, porque será el único que nos quede). Este es el tiempo en el que se vive todo intensamente, se odia para siempre y se ama hasta que salga el sol. Corre. Ponte algo decente, acicálate. Sal a la calle y dile al primero que pase lo mucho que le amas, pero no gastes energías que siempre hay otro que viene detrás esperando. Llega a tu casa, mírate y alégrate. Sí, es cierto, hoy te quieren, a ti y a 50.000 zorras más. Reacciona y valora los hechos no la palabrería barata. Decirte ‘te quiero’ miles, demostrártelo.. la inocente de tu madre y algún vecino si le pagas para que deje un ramo de rosas el día de San Valentín.