Cuando pasa ya mucho tiempo, meses, años tropezando una y otra y otra y otra vez; cuando sientes que todo ese rencor, odio, retintín acumulado te corroe por dentro; cuando ya estas harta de que jueguen contigo a "piedra, papel o tijera", explotas. Todo tiene su límite establecido, todos tenemos nuestro límite y, cuando lo sobre pasamos, mejor huir. Chillar lo más fuente que nos permitan nuestros pulmones. Reventar nuestras cuerdas vocales. Correr hasta que se nos venzan las rodillas. No parar, ni regresar.. Hasta que todo adopte la normalidad que tiene que establecer.
martes, 24 de marzo de 2015
La bestia.
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