No existe nada más sincero que unas lágrimas ancladas al miedo. Sentir miedo y demostrarlo no es señal de debilidad, es señal de valentía, de no tener miedo a decir que tienes miedo de algo. La idea de una pérdida de alguien importante da miedo, mucho miedo. Demostrarlo, decir que lo tienes, no es señal de cobardía, es señal de valentía. ¿Por qué? Porque no cualquiera tiene la fuerza de dar a conocer lo que hay en su cabeza, en su corazón. Todos tenemos el miedo de perder pero no la valentía de hacerlo saber. Y eso, es lo que más admiro en el mundo. Gracias por no callarte.
jueves, 26 de enero de 2017
domingo, 15 de enero de 2017
El poema más corto del mundo: Tú.
martes, 10 de enero de 2017
Llegas tú y todo lo de más, es lo lo de menos.
Ojalá el tiempo me diera más, más horas para aprovechar. Horas para ver películas, una tras otra; horas para pasear, kilómetros y kilómetros y dar vuelta; horas para reír, siempre a altas carcajadas; horas para soñar, sobre todo con los ojos abiertos; horas para el sexo, sin pausa pero sin prisa; horas. Ojalá las horas fueran días contigo y los días segundos sin ti.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)