Cuando llegan los finales siempre toca hacer balance. De lo bueno y de lo malo. Pero esta vez no. No quiero más
balanzas. Se acabaron los equilibrios perfectos, la armonía sensata, la proporción ecuánime, la simetría, la
mesura, la moderación.. Ahora quiero más curvas, más líneas discontinuas, más risas, más lluvia, más aventuras.
Quiero empezar a contar estrellas y acabar contándome mi vida. Que sobre la ropa y los sueños, pero que nunca
falten las ganas ni los besos. Que ya es hora de empezar a equivocarse; porque equivocarse significa elegir, y
elegir significa arriesgar, y arriesgar también significa ganar. Y yo quiero apostar para ganar-lo-TODO.
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