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viernes, 29 de abril de 2016

Si existiera una manera, una máquina, alguna forma de liberar a las personas de las fotografías, de nuestras mentes, de los recuerdos. De capturar aquellos instantes congelados y descongelarlos, hacerlos reales y devolverlos al mundo. Si existiera una manera, volvería a revivir cada momento contigo.

Soy difícil de entender, complicada de llevar, pero a pesar de tanta complicación que lleva el soportar mi carácter sé que él puede con absolutamente todo. Los días se suman a la lista y el diccionario se nos queda corto, pero siempre se consigue la perfecta agrupación de palabras. Esos kilómetros de distancia que, con ganas, se convierten en nada, ni un mísero milímetro. Desear a cada segundo poder estar rodeada, aprisionada por sus brazos, manos, piernas y cara. Susurros que hacen elevarte hasta lo impensable y besos que te hacen cuestionar si realmente puede haber alguien que quiera más de lo que yo lo quiero a él, aunque lo diga en silencio.

viernes, 22 de abril de 2016

Tu sonrisa fue tan grande que me hizo olvidar la incesante lluvia de Abril.

"Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia. Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. Y a veces basta con eso. Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad, de pronto la historia que ella se cuenta de sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven."

Serendipia.

Casi había pasado una hora, tal vez más, o tal vez solo unos minutos cuando nuestras miradas se encontraron. De repente el mundo dejó de existir como yo lo conocía y todo adquirió un tono mucho más brillante. Incluso por una vez el tiempo frenó en su ritmo inexorable. Tenías un color dulce que traspasó mi estómago con la fuerza de cien huracanes; y todo lo que había desaparecido empezó a existir de nuevo. Nuestras sombras se fueron acercando para empezar con el baile de luces. Tintaron el ambiente de un color escarlata cediendo su sitio a nuestras miradas. Olías como las noches de luna llena, interminables y eléctricas, y tu sabor.. Sabías a cuando dejas de pensar y te dejas llevar.

lunes, 18 de abril de 2016

Quiero que tus manos toquen las teclas de mi cuerpo para hacer sonar los acordes más armónicos. Esa melodía que hace mover mi cuerpo imaginando que tus manos me vuelven a tocar con las mismas ganas.

Quiéreme en la distancia, cariño, que es nuestra mayor herida. Bésame en el aire que inspiras en cada calada de amor que envías. Cuenta los lunares de mi espalda y haz poesía con ellos. Piérdete en mis caderas. Presiónate contra mi pecho. Hasta que el aliento nos falte, hasta que el aire que expire sea el que tus pulmones respiren. Hasta que seamos uno. Siénteme en las noches oscuras, sobre ti, deja que el placer escape, que se esfume y desaparezca. Haz que seamos humo, efímeros, leves y el amanecer nos exhale. Haz que la luz del alba se refleje en tu costado, en tus facciones parando el tiempo. Acaricia mi pecho y nota como se dispara mi corazón. Porque tú, amor, tú eres el horizonte. Abarcas todo lo desconocido y escondes todo aquello que deseo conocer; tú, amor, eres el fuego que me prende, me enciende, hace que arda y sea ceniza que el viento esparce al ritmo de tu pestañeo. Me provocas, me calientas y me amansas, sacas mi lado más primitivo, me transformas y me desolas. Soy campo yermo entre tus prados fértiles. Golpéame fuerte, mi vida, porque no hay nada peor que el vacío de tu mirar. Me declaras guerras que no puedo ganar, siempre en la linea defensiva, observándote desde la trinchera.

martes, 12 de abril de 2016

Cómplice de todo.. Para todo.. En todo.. Empapada de ti.. Estás en mis manos, en mis labios, en mi espalda, en mi lengua, en mis suspiros.. Siempre tu olor.. Cómplices de una nueva forma de amar, donde se deja llevar por el sentir..

Mentiría si dijese que no existe un par de personas que se quieran más que nosotros, no tengo conocimiento ni del 1% de la población. Pero estoy segura de que yo te quiero a ti como nunca antes a alguien. Para la mayoría será un tópico, para mi es la realidad. Nunca antes alguien me había demostrado tanto, ni me había entendido, ni me había hecho sentir ni una milésima parte de lo que tu has conseguido. Jamás alguien ha puesto tanto empeño en hacerme ver que hay cosas buenas en mi o que, al menos, piense que las hay. Y es que no podía imaginar que pudiera cruzarse en mi camino alguien como tú. Alguien que siempre se encarga de que no pases frío, de que sientas que no estas sola (aunque físicamente lo estés), de que tengas un apoyo incondicional para realizar tus sueños o de que siempre te recuerde la importancia que tienes para él. Encontrar a alguien con quien conectas realmente es como ganar la lotería; básicamente nunca ocurre, pero cuando sucede no deberías desperdiciarlo.. Sin quererlo, jugué; y sin darme cuenta, gane el mayor premio posible.

viernes, 1 de abril de 2016

Me cacheaste el alma con la mirada y con las manos y en voz baja me quitaste de encima la tristeza. Desde que te conozco tengo alas porque tú me enseñaste como usarlas; desde que te conozco me como la vida a suspiros y vuelan cometas donde ayer había plomo y anzuelos

Estoy convencida de que nosotros no nos encontramos en un diccionario. Si te defino, te limito. Y esto lo sabe muy bien cada parte de mí cuando una mariposa se infiltra en su diafragma y empieza a revolotear, sincronizándose entonces unas con otras, partiéndome al fin en todas las unidades vivas de mi cuerpo con las que puedo quererte más allá de las leyes de la gravedad. Más allá de un par de palabras que no sustituyen, ni mucho ni menos, la eternidad de besos que nos quedan por darnos.

¿Te digo un secreto?


Te amo.

.Born To Die.

Hay quien cree firmemente que las personas que mueren pueden quedar flotando a nuestro alrededor y aferrarse a la existencia mortal que un día tuvieron. Yo no lo creo, pero entiendo que para todo lo que sucede sin que comprendamos porqué pueden aventurarse distintas interpretaciones. Por mi parte, pienso que más bien somos nosotros los que nos aferramos a ellos y no les dejamos marchar, descansar en paz en nuestra memoria, y lo que hacemos no es un ejercicio de evocación, si no un intento estéril de situarlos en nuestras vidas como si nada hubiese pasado, como si siguieran entre nosotros. En el fondo poco importa, porque el resultado es el mismo, la paradoja de la presencia que nunca podemos abrazar pero que jamás nos abandona. Porque no hay nada más inmortal que la propia muerte.