¿Y qué decirte que no hayas intuído ya? Hace ya tiempo que te entregué el mapa de mi alma. Que eres mi presente y no hay día sin ti. Ni hora ni minuto, para que engañarse. Haces que eso de la telepatía, la conexión, la chispa sea cosa del día a día. E, irremediablemente, solo siendo tú, conseguiste que te quiera de una manera inexplicable y ya no existe palabra en el vocabulario español capaz de explicar lo que eres para mi.
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